Archivo del Autor: evacabd

Revisión por pares: análisis de gráficas

El primero de los artículos revisados es éste. El siguiente comentario hace referencia a la segunda gráfica que se muestra:

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es Captura%2Bde%2Bpantalla%2B2019-12-08%2Ba%2Blas%2B10.50.52.png


1.- La gráfica elegida es adecuada

Si

2.- El comentario recoge lo fundamental de la gráfica presentada

No

3.- Considera publicable el artículo

Si, con algunas correcciones

4.- Comentario para los autores:

La segunda gráfica se ha extraído de este artículo en blog sobre nutrición, que a su vez se basa en datos obtenidos de este artículo. En el análisis realizado se explica:

» El autor del artículo del que extraigo la gráfica quiere demostrar que en los estudios independientes se muestra relación entre consumo de bebidas azucaradas y el sobrepeso mientras que en los financiados no. Agradezco que si alguien es capaz de extraer ese mensaje claro y una conclusión a partir de los gráficos, me lo explique. Considero que no es una buena gráfica por todo lo contrario a por lo que la primera gráfica si lo era.«

Los datos que el autor de la gráfica ha utilizado, extraídos del artículo científico, son éstos:

A mi entender, la gráfica publicada en el blog de nutrición incluye los datos correctos y muestra visualmente de forma clara la principal conclusión del estudio: que existe un sesgo en las conclusiones de una parte de los estudios sobre el tema.

El 83,3 por ciento de los estudios en los que hay conflictos de intereses , (estudios financiados por la industria) no observan relación entre sobrepeso y bebidas azucaradas, frente a un 16,7 por ciento que sí ve esa relación. 5 estudios que no ven relación entre ambas cuestiones frente a uno que sí la ve. La misma proporción, pero a la inversa, aparece cuando se trata de estudios independientes. Un 83,3 por ciento ve la relación entre bebidas azucaradas y sobrepeso frente a un 16,7 por ciento que no la considera establecida. En este caso el número de estudios es 10 estudios frente a 2. Diferente número de estudios pero misma proporción y misma representación en las gráficas. Con la representación en colores se ve muy claramente qué tipo de estudios son los que no ven problemas en el consumo de las bebidas azucaradas…. lo que no son independientes.

La primer gráfica analizada en este mismo artículo sí está, a mi modo de ver, bien valorada, de ahí que plantee que el artículo se puede publicar tras correcciones.

El segundo artículo que se revisa es éste:


1.- La gráfica elegida es adecuada

La primera que muestra el artículo no y la segunda sí, con matices que se exponen en el comentario

2.- El comentario recoge lo fundamental de las gráficas presentadas

si

3.- Considera publicable el artículo

Si,

4.- Comentario para los autores:

Los análisis de ambas gráficas expresan lo que vemos. La primera no aporta información de forma comprensible. En el caso de la segunda gráfica expone datos que se muestran correctamente pero hay información que sobra o está mal reflejada.

La tercera cultura

En 1964, cuando Charles Percy Snow publica la segunda parte de su libro «The Two Cultures», titulada “A Second Look”, reafirma su preocupación por la falta de diálogo entre las dos culturas, la literaria y la científica, pero matiza que esa división «no es tan infranqueable» en Estados Unidos, donde la enseñanza superior es más «flexible» que la británica. Snow considera que es peligroso mantener la incomunicación en un tiempo en el que la ciencia es la llave del progreso y señala como algo necesario para «apreciar en qué consisten los problemas» que se produzcan, precisamente, cambios en la enseñanza.

Cuando apunta la existencia de una tercera cultura que se aproxima, dice que la conforman intelectuales procedentes de campos como la historia, las ciencias sociales, la psicología, disciplinas interesadas «por el modo en que los seres humanos viven o han vivido». Una vez consolidado este tercer espacio, confiaba entonces, debería favorecer el contacto y el diálogo con la cultura científica.

Por su parte, la exposición que realiza sobre la tercera cultura John Brockman no implica a científicos que dialogan y tienden puentes con los intelectuales del ámbito de las humanidades, con o sin el concurso de las ciencias sociales. Lo que plantea es que científicos y pensadores empíricos que se comunican directamente con el gran público a través de sus publicaciones han tomado el lugar de los intelectuales de letras y han asumido el papel de tercera cultura «que prescinde de intermediarios y procura expresar sus reflexiones más profundas de una manera accesible al público lector inteligente».

Brockman, como Snow, ve en los logros de la ciencia la herramienta para el bienestar de la sociedad pero no plantea su análisis en términos de diálogo, sino de sustitución: «Lo que estamos presenciando es el paso de la antorcha de un grupo de intelectuales, los intelectuales de letras tradicionales, a un nuevo grupo, los intelectuales de la tercera cultura que emerge». En este nuevo paradigma, los científicos, que tradicionalmente no habían establecido gran contacto con el público, pasan a ser conocidos, y reconocidos, como antes lo eran escritores o artistas.

Snow, en suma, aconseja el acercamiento de posturas, un diálogo entre especialistas que se han dado la espalda durante demasiado tiempo. Brockman, sin embargo, muestra mayor confianza en el hecho de que los pensadores de la tercera cultura sean científicos que escriben sobre ciencia, convertida así «en un gran relato».

Plataformas online de divulgación científica

Las plataformas de divulgación científica escogidas para este análisis de estructura, contenidos y objetivos son:

The conversation: es una plataforma internacional de artículos y análisis sobre temas científicos que mantiene una edición en castellano. Cuenta con un equipo de editores que trabaja con los expertos que redactan los artículos.

Sinc: La web del Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) es la primera agencia pública de ámbito estatal especializada en información sobre ciencia, tecnología e innovación en español. Cuenta con un equipo de redactores y editores de contenidos especializados.

Scilogs: es la comunidad de blogs de la revista Investigación y Ciencia. Los autores son especialistas en sus ámbitos.

Estructura y navegabilidad:

Scilogs cuenta con la estructura más sencilla. Plantea un listado de los últimos artículos publicados y la posibilidad de acceder a los contenidos agrupados en siete temáticas. Cada entrada muestra el título del blog, que permite acceder a todas las publicaciones del autor, y el título del artículo, que enlaza con su contenido completo. Desde el punto de vista visual, permite buscar contenidos por ámbitos del conocimiento o seguir la lógica de las últimas publicaciones. Al final de cada entrada hay contenidos relacionados y en algunos artículos hay hipertexto.

Sinc presenta una estructura mas parecida a la de un periódico digital: cuenta con una portada que juega con el tamaño de los textos y fotos y con el diseño para dar énfasis a ciertos temas de actualidad. Esta portada sigue una lógica periodística, ya que el orden depende del tema y de la actualidad y no del momento de la publicación. Aparte de agrupar sus contenidos en 8 ámbitos del conocimiento, presenta otra clasificación basada en el formato ( noticias, reportajes, multimedia, entrevistas,etc..) Una vez dentro de cada una de esas clasificaciones, sigue siempre un esquema cronológico, mostrando siempre las publicaciones más recientes. La abundante presencia de hipertexto facilita enormemente el acceso a contenidos relacionados.

The conversation muestra una estructura a caballo entre el repositorio de blogs y el medio de comunicación digital. En el primer bloque de la página de inicio utiliza el diseño, el tamaño de las fotos y su ubicación para destacar contenidos por su actualidad y para relacionarlos entre sí. En un segundo bloque, las entradas se muestran en orden cronológico. En la parte superior de la página de inicio, como en las otras dos plataformas, se puede acceder a contenidos clasificados en siete ámbitos del conocimiento. Tiene la ventaja sobre las otras de poder seguir contenidos por sus etiquetas desde la página de inicio. Sinc muestra etiquetas dentro de cada artículo (The conversation también lo hace) y Scilogs no contiene tags.

Contenidos y actualidad de la información:

La calidad de los contenidos de las tres plataformas es destacada aunque con una diferencia. The conversation y Scilogs presentan artículos escritos por especialistas. Entre los blogueros de Scilog hay, por ejemplo, figuras muy conocidas de la investigación en neurociencias o astronomía. En Sinc los autores de reportajes, entrevistas y de algunas de las noticias son periodistas científicos y la orientación de los temas se plantea desde la visión del periodismo, no de los investigadores. Entre las noticias, abundan aquellas que no aparecen firmadas y que corresponden a notas de prensa de universidades y centros de investigación. Sinc ofrece un producto de gran calidad pero tiene un perfil de agencia de noticias claramente diferenciado de las plataformas de blogs o de artículos de expertos.

En lo que respecta a la actualidad de las informaciones que recogen, Sinc sigue, claramente, un criterio periodístico de mostrar en su portada los contenidos mas ligados a la actualidad y más pegados a lo que pueden ser hechos o debates recientes. The conversation también muestra ese interés por mostrar temas ligados a la actualidad y en momento de especial intensidad, como la celebración de la COP 25, despliega un importante número de recursos para mostrar una variedad de planteamientos y opiniones. En lo que respecta a Sclog, algunos autores sí muestran interés por analizar temas de actualidad pero otros no tanto. Y dado que las entradas se muestran en la web por orden de publicación, la cuestión de la actualidad queda muy en segundo plano.

Conclusiones:

Scilog es una plataforma que tiene su punto fuerte en la relevancia que tienen los autores de sus blogs. Es un lujo poder seguir las entradas de auténticos expertos que, además, son grandes comunicadores. Se trata de una web sencilla, en la que se encuentran fácilmente los contenidos por temas, y en la que prima el concepto de difusión de la cultura científica. En sus blogs se observa un estilo muy pedagógico. También se observa que hay entradas con contenido un poco más especializado que la media, aunque en general sus mensajes son claros y comprensibles. Cualquier persona interesada por la ciencia puede ser el público objetivo de Scilog y, desde luego, también periodistas y científicos.

Sinc es una agencia de noticias sobre ciencia que funciona de forma muy eficiente como tal. Por un lado, reúne informaciones de comunicación institucional de todo tipo de entidades y, por otro, proporciona noticias procedentes de publicaciones especializadas, entrevistas y reportajes sobre temas de actualidad. Destaca el estilo de redacción periodístico, con un lenguaje claro y asequible. Aunque su público mas evidente son los profesionales del periodismo, especializados en ciencia o no, Sinc resulta una plataforma atractiva para todos los públicos, con una gran cantidad de información, variada y de calidad.

The conversation, por último, se dirige también a un público general aunque la calidad de sus contenidos y los perfiles de los autores convierten esta plataforma en una interesante fuente de información para periodistas y comunicadores en general, docentes y comunidad científica. La orientación de muchos de sus temas invita, además, a la reflexión sobre asuntos presentes en debates sociales. Resulta, por lo tanto, un medio eficiente para informar sobre ciencia, educar y para formarse opiniones sobre diversos asuntos de actualidad.

Enfoques sobre la cultura científica

El hecho de no contar con una definición clara y consensuada de la cultura científica lleva a plantear diferentes enfoques de este concepto basados, por ejemplo, en cuestiones como la visión que se tiene de la propia ciencia, como algo neutral e independiente de la esfera social o por el contrario inmerso en ella. También se plantea lo lineal que es el proceso de difusión del conocimiento, si su adquisición se plantea como un atributo individual o colectivo y si se tiene en cuenta la participación del público en el proceso.

La cultura científica, asociada al concepto de alfabetización científica es un enfoque más tradicional, en el que se pone el énfasis en la educacion, en lo que las personas saben sobre ciencia (comprensión de conceptos, postulados, métodos, etc…). Implica un proceso de traslación del conocimiento de forma unidireccional: de los expertos al público. En este enfoque va implícito el hecho de pensar que la ciencia y la tecnología son positivas para todo el mundo y en cualquier circunstancia. Postula una ciencia verificable, obejtiva y neutral. Esta perspectiva implica que la ciencia se desarrolla aparte de la sociedad, a la que luego se traslada toda su producción de conocimiento. La alfabetización científica se plantea como la difusión masiva, a través de todos los medios posibles, del contenido científico, Un proceso claramente lineal en el que la cultura científica se convierte en un atributo individual.

En el texto de la doctora Lázaro se expone el desajuste que se observa entre la manera de pensar y razonar de los expertos y la que tiene el público sin formación científica. Este desajuste aparece, para algunos autores, reflejado en los estudios que valoran el nivel de alfabetización científica de la sociedad y que resaltan las diferencias de conocimiento y pensamiento como ignorancia por parte de una parte del público,

La definición que hacen Thomas y Durant, ciencia es aquello que hacen los científicos, también se mueve en este enfoque unidireccional, en el que la sociedad recibe conocimientos gracias al contacto con los expertos, encargados de producir y de difundir la ciencia.

La perspectiva Ciencia Tecnología Sociedad , por su parte, manifiesta una relación más estrecha entre quienes producen el conocimiento científico y la sociedad, y la cultura científica se convierte en un atributo colectivo. Este enfoque, además, sitúa la ciencia en su contexto social, como elemento que genera creencias y modela conciencias y por lo tanto sujeto a valores que van más allá de la búsqueda de la verdad objetiva. La forma que plantea de difundir el conocimiento resulta más inclusiva, más práctica, siendo, además, partidaria de involucrar al público en debates sobre ciencia y tecnología.

La Cómunicación Pública de la Ciencia sitúa la generación de conocimiento en este proceso bidireccional, en el que lo que se sabe es tan importante como el establecimiento de una confianza mutua entre especialistas y público.

En su versión más amplia, la cultura científica implica a toda la sociedad, incluida la comunidad cientifica. Así, el trabajo de transmisión del conocimiento sobre CyT recae sobre científicos, educadores, periodistas y comunicadores, divulgadores científicos, gestores… multitud de agentes que deben verse reflejados en el enfoque de Ciencia, Tecnología, Sociedad y que deben superar el modelo lineal de transmisión del conocimiento.

El modelo de participación que se puede plantear conlleva explorar cómo ven los ciudadanos participar en el diseño y evaluación de las políticas sobre CyT y en el control de su impacto social. En esta línea de abrirse a la sociedad, la idea que transmiten Funtowicz y Ravetz, relacionado con el concepto de apropiación social de la ciencia, es que la complejidad y la incertidumbre pesan en el proceso científico, de ahí que prioricen que la ciencia sea producto de un proceso de calidad. Para garantizar esa calidad abren las puertas a la participación al conjunto de la sociedad, incuso al público sin conocimientos especializados, con el objetivo de que la comunidad que evalúa el conocimiento sea lo más amplia posible.

Los diferentes puntos de vista que hay en torno a la cultura científica han complicado la definición de indicadores que permitan medir el grado de conocimientos y de relación con la ciencia que tiene una sociedad. La solución, para algunos de los autores citados por la doctora Lázaro, es ser capaces de medir conocimientos y la apropiación que hace una sociedad de la CyT, de esta manera se va más allá de la dimensión cognitiva y se llega a la dimensión social.

Definición de cultura científica

Ramón Núñez Centella, director del MUNCYT (Museo Nacional de Ciencia y Tecnología), sobre la cultura científica; «…Y es que la ciencia, como elemento integrante y fundamental de la cultura y encarnada en cada persona, nos sirve para ser conscientes de la realidad, para pensar y razonar, para entender el mundo y para poder ejercer la prudencia en la toma de decisiones con el mejor conocimiento posible del momento, tanto a nivel individual como colectivo«

Definición de Jesús Sebastián: Centro de Información y Documentación Científica (CINDOC), CSIC:
«La cultura científica como entramado de conocimientos, actitudes y comportamientos sociales frente a la ciencia y la tecnología juega un importante papel en el desarrollo personal, económico y social. […] Papel que se revaloriza continuamente en la medida que crece el peso del conocimiento científico y las aplicaciones de la tecnología en la vida diaria y las innovaciones productivas y sociales en su doble faceta de oportunidades y riesgos”

Definición de Leonardo Vaccarezza, (http://www.unq.edu.ar/advf/documentos/58c2fbf16a174.pdf) co-Director Programa de Estudios Socio-Históricos de la Ciencia y la Tecnología del Instituto de Estudios sobre la Ciencia y la Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes: «El concepto de cultura científica contiene diferentes significados, explícita o implícitamente. El significado más institucionalizado, especialmente en el campo de la política y gestión de la ciencia y la tecnología, hace referencia a la percepción pública como la combinación entre comprensión de hechos científicos y actitudes hacia la ciencia y la tecnología, dando lugar a una tradición de estudios empíricos basados en técnicas cuantitativas…. La cultura científica, como dimensión de la sociedad, puede también ser entendida en los mismos términos societales más que sectoriales y referirse, por lo tanto, al conjunto de miembros de la sociedad en su manera de aprehender, comprender, apropiarse e interpretar las actividades y producción de la ciencia«.

Publicaciones y congresos: gráficas

Título del artículo: La obesidad infantil se ha multiplicado por 10 en los últimos 40 años
Fuente: El Mundo, que cita, a su vez, un artículo de The Lancet

En el artículo del diario El mundo se citan los siguientes datos:

«Concretamente, de 1975 a 2016 , las niñas con obesidad pasaron de ser cinco millones a 50 millones. En el caso de los niños, y en ese mismo transcurso de tiempo, la cifra incrementó de seis millones a 74 millones».

Las gráficas diseñadas por el periódico muestran en sus dos ejes la horquilla temporal para la que aporta datos el estudio y el número de millones de personas obesas. las gráficas muestran el aumento del sobrepeso en niños y niñas, por separado, y con la evolución de datos diferenciada para cuatro regiones del mundo, identificadas con colores diferentes:

En el artículo original de The Lancet la división por regiones no se plantea exactamente así, ya que se tienen en cuenta regiones más reducidas. Y el modo de representar los datos es también diferente y, a mi juicio, mucho más claro:

En el gráfico del artículo original la forma de representar los datos deja más evidente que muestra datos acumulados, es decir, al número en millones de personas obesas de cada región se suman los de las siguientes. Este gráfico llega a los datos globales citados por el artículo (50 millones de niñas obesas y 74 millones de niños obesos en el mundo) como resultado de la suma de los datos de cada región, representada por un color diferente. Este modo de representación, creo, muestra bien la idea de datos acumulados. El propio gráfico parece una sucesión de estratos que van creando la pendiente.

Volviendo al gráfico de El mundo, al plantear los datos como líneas de puntos puede llevar a una mala interpretación de la información. Por ejemplo, se puede interpretar que cada línea representa en el eje x/y el número de niños o niñas obesos de forma independiente a las demás, es decir, puede llevar a pensar que en Africa hay 74 millones de niños obesos. Como es una cifra absurda a todas luces, se puede creer que los datos que aporta el gráfico son incorrectos

En resumen, el gráfico de El Mundo condensa los datos por separado de una veintena de regiones del mundo en solo cuatro, lo que resulta mucho más fácil de comprender y de visualizar a la hora de analizar el dato global. Sin embargo, creo que el diseño del artículo original muestra de forma más comprensible que se trata de un gráfico con datos acumulados.








Cultura científica con visión de género

Marta Macho es profesora en el Departamento de Matemáticas de la UPV-EHU y una de las divulgadoras más veteranas y conocidas de la universidad vasca. En los últimos 24 años ha participado y coordinado ciclos de conferencias como «Un paseo por la geometría», «Cultura con M de matemáticas» y «Ellas hacen ciencia», que tiene como objetivo dar a conocer el papel de las mujeres en la historia de la ciencia y el trabajo de investigadoras actuales. Desde 2014, esta vocación por visibilizar a las científicas se traduce en el blog Mujeres con ciencia de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV-EHU. Activa participante en la Semana de la ciencia, su trabajo de divulgación de las matemáticas y su compromiso con la promoción del conocimiento científico entre las mujeres le han valido reconocimientos como la medalla de la Real Sociedad Matemática Española y el Premio Emakunde a la igualdad, que le fue otorgado en 2016. Marta Macho es coautora de ‘Mujeres en la Ciencia’, una guía didáctica sobre el papel de las mujeres en la historia de la ciencia y su labor divulgativa se extiende a Twiter y a los medios de comunicación. Es, desde la creación de Mujeres con ciencia, colaboradora del programa de Radio Euskadi La mecánica del caracol, donde comparte las historias de mujeres que han jugado un papel, a menudo relevante y casi siempre desconocido, en el progreso de la ciencia. Como explica en esta charla, su pasión es divulgar «en directo», ante el público, algo que realiza allá donde se lo piden, desde centros escolares y universidades a a asociaciones culturales.

En tiempos en los que la divulgación científica era bastante minoritaria, ¿qué te impulsó a dedicarte a estas actividades? ¿Cuál fue el primer canal de comunicación que utilizaste?

Comencé con la divulgación hacia 1995. Mi amigo y compañero de la UPV/EHU Raúl Ibáñez comenzó a organizar unos seminarios informales para el alumnado de un curso de geometría que impartía. Quería hablarles de esas cosas que no se suelen contar en clase por falta de tiempo, pero que muestran de manera informal las muchas aplicaciones de las matemáticas. Me invitó a dar una charla, que creo que fue un tanto espesa porque quería contar demasiadas cosas. Este seminario se convirtió posteriormente en el ciclo “Un paseo por la geometría” –organizado por Raúl y por mí misma–. Durante quince años pasaron por este ciclo profesionales de las matemáticas, de otras ramas de la ciencia o del arte para hablar de manera asequible de temas relacionados de algún modo con la geometría. Ese fue mi comienzo en la divulgación. Desde ese momento, coorganicé actividades diversas e impartí conferencias en centros sociales y educativos, con las matemáticas (y la cultura) como base y objetivo. A partir de 2010 empecé a escribir con frecuencia en el blog ZTFNews.org de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU. En 2012 pasé a coordinar las secciones de “Literatura y matemáticas” y de “Teatro y matemáticas” en el portal Divulgamat. Y desde entonces no he parado…  

En la actualidad, ¿crees que ha aumentado el interés de las personas que se dedican a la ciencia por hacer divulgación? En cierta manera ¿se ha puesto «de moda» o se ha visto la importancia que tiene contribuir a la cultura científica de la sociedad? ¿Puede influir que se incluya como requisito en proyectos o que se valore o se plantee valorarlo como mérito profesional?  

Bueno, supongo que hay de todo un poco. En nuestros comienzos nos criticaban bastante. Mucha gente pensaba que aquellas personas que nos dedicábamos a la divulgación lo hacíamos porque no éramos buenas investigadoras… casi por hobby. Ni se valoraba ni contaba para nada. Creo que muchas personas divulgan ahora porque piensan de verdad que es importante y porque es una actividad satisfactoria. Pero también es cierto que la divulgación se exige cada vez más en cualquier centro de investigación. En muchos proyectos importantes, uno de los requisitos para obtener financiación es el de realizar actividades de difusión o divulgación. Así que, aunque muchos no se lo creen, están obligados a divulgar. Y además hay que hacerlo bien. Hay mucha gente en este momento haciendo divulgación y para que se valore hay que hacerlo bien, no solo son necesarios los medios. Son esenciales las personas que lo hacen realmente bien.  

Se divulga ciencia a través de libros, blogs y medios de comunicación, se organizan charlas y eventos en diferentes formatos, ferias de ciencias, se utilizan las redes sociales… ¿hay alguna fórmula o canal de información que te resulte especialmente útil para hacer llegar la ciencia a la sociedad?  

Me gusta fundamentalmente el directo… no hay nada como tener delante a las personas a las que quieres contar cosas, ver sus reacciones, volver a explicar aquello que ves que no les ha quedado claro… Quizás sea por mi faceta docente y porque estoy muy acostumbrada a mirar mucho a mi alumnado para saber qué está pasando en el aula. A lo mejor llega a poca gente, pero creo que “el directo” es lo más efectivo. Ver algo grabado pierde en espontaneidad, no puedes preguntar. Pero lo uso todo. Además de dar un montón de charlas, escribo en muchos medios y dedico tiempo a las redes sociales. Todo suma, todo cuenta.   

¿Cuáles son a tu juicio las claves de una buena historia sobre ciencia?  

Al contestarte estoy pensando fundamentalmente en matemáticas, que es mi especialidad. Creo que la historia debe de conectar con lo que la gente conoce, con algo cotidiano, con algo cultural. Se pueden contar cosas complejas usando metáforas, símiles. Eso no significa trivializar la historia, solo recurrir a un lenguaje asequible a tu público. Una buena historia debe contarse con pasión, con rigor, con humildad, con cercanía. Debes estar muy atenta a quien se lo vas a contar. Si no conectas, da lo mismo lo que cuentes…      

¿Qué objetivos tiene Mujeres con ciencia y cómo valoras la red de colaboraciones y complicidades que se va tejiendo en torno al blog?  

Juan Ignacio Pérez, el responsable de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU (a la que está vinculada Mujeres con ciencia) justifica su creación aquí: El blog desea hacer visibles a las mujeres que han hecho y hacen ciencia para crear referentes y normalizar una situación injusta: la ocultación sistemática de los aportes de las mujeres las disciplinas STEM. Tenemos que convencernos de que la ciencia no es una actividad exclusivamente masculina. Y por ello mostrar a estas científicas, sus luchas, sus aportes, sus vidas, sus contribuciones al avance de la ciencia y a la mejora de la vida de las personas, es esencial. El idioma elegido es el castellano para que un público más amplio pueda leer los contenidos. Lo hacemos de maneras diversas, con formatos diferentes que pueden ser atractivos a públicos diversos: biografías de pioneras, entrevistas, recomendación de libros sobre o escritos por científicas, vídeos de conferencias impartidas por mujeres… Nos consta que sus contenidos se usan mucho en centros educativos, y eso nos hace ver que se están cumpliendo los objetivos. Me hace especial ilusión esa complicidad de la que hablas. El blog comenzó a rodar despacio, sin prisa. Hemos trabajado mucho las redes sociales, publicando contenidos variados sobre cada entrada, respondiendo a mensajes o consultas… las redes nos han ayudado a crecer, aunque ahora la mayoría de las visitas son directas. Creo que la riqueza del blog radica en la variedad de contenidos y en las muchas personas que colaboran con su formación diversa y sus miradas dispares. Algunas personas se ofrecen a escribir sobre alguna científica en particular –o sobre algún contenido relacionado con mujeres y ciencia– porque en Mujeres con ciencia esa biografía tendrá mayor repercusión. Otras –sobre todo periodistas o personas que quieren trabajar en periodismo científico– me han pedido colaborar pidiéndome que les proponga yo misma una mujer sobre la que investigar. A veces pido republicar algún contenido de otro espacio digital, y nunca se han negado. La verdad es que todo el esfuerzo que hemos realizado a lo largo de estos años (¡ya son cinco!) está teniendo sus frutos, cada vez más personas se interesan sobre el tema. Entiendo que ponemos nuestro granito de arena para que las cosas –ojalá– empiecen a cambiar.

Cultura científica y opinión ciudadana

El conocimiento precede a la comprensión y al aprecio. En cualquier ámbito de la vida se recela, más o menos abiertamente, incluso se teme aquello que no se comprende porque no se conoce. Una sociedad con mayor grado de alfabetización científica estará, posiblemente, más interesada por las cuestiones científicas y será más activa a la hora de apoyar su desarrollo y difusión. Pero, esto no implica necesariamente una relación de causa-efecto.

La Encuesta de Percepción Social de la Ciencia muestra, por ejemplo, que personas que recelan de las vacunas o que defienden el uso de la homeopatía tienen estudios superiores, lo que normalmente se asocia a un mayor grado de alfabetización científica. Más aún, hay quien desde un nivel cultural superior a la media ha desarrollado lo que se ha dado en llamar el rechazo ante la “arrogancia” de la ciencia. Personas que, incluso, desde una posición de cierta autoridad, como por ejemplo en el caso de médicos y otros profesionales sanitarios, muestran abiertamente lo poco que confían en la ciencia tradicional, que no se libra de la sospecha estar al servicio de intereses de grandes compañías. Curiosamente estas personas con un alto nivel de formación, o por lo menos superior a la media, pueden coincidir en sus opiniones con otras con escasa o nula cultura científica que manifiestan abiertamente su desconfianza ante cuestiones que ni comprenden ni les interesan.

La ignorancia, es evidente, puede contribuir al rechazo sin mayor debate, a desarrollar actitudes negativas hacia la ciencia, pero lo que quería expresar es que a veces conocer no basta para apreciar, o para confiar. Digamos que el conocimiento y el incremento de la cultura científica es deseable para favorecer las actitudes positivas ante la ciencia pero no son condiciones indispensables.

En la otra cara de la moneda, y de nuevo podemos ver resultados así en la encuesta de la FECYT, personas que declaran tener escasos conocimientos muestran una actitud favorable y confiada hacia la ciencia y valoran de forma positiva la labor de los científicos. Quizás no buscan este tipo de contenidos o les prestan poca atención, pero aprecian que se difundan y que se invierta en investigación.

Como se cita en el texto de Marila Lázaro, la comprensión de la ciencia debe incluir la confianza en las fuentes de conocimiento por parte del público. A mi juicio, es importante favorecer que la cultura científica vaya ampliándose, pero para conseguir que se incremente en la misma medida la actitud positiva hacia la ciencia es deseable confiar en quienes proveen a la sociedad del conocimiento científico. ¿Formas de conseguirlo? Fomentando una mayor presencia de la ciencia en diferentes ámbitos de la vida, dando más oportunidades para la participación ciudadana y creando vías de comunicación más abiertas entre ciencia y sociedad, por citar algunas ideas.

Causalidad genética

El filósofo de la biología Elliot Sober ofrece una lección magistral sobre las funciones que desempeñan los genes en “El significado de la causalidad genética”, publicado como apéndice dentro del libro Genética y Justicia escrito por Allen Buchanan, Dan Brock, Norman Daniels y Daniel Wikle. Hace años ya que está moda relacionar todo tipo de rasgos, incluidos virtudes y defectos, con la dotación genética de cada uno. Más aún, se generaliza hablando de genes en clave exclusivamente de herencia genética  y se obvia la influencia del entorno, lo que al final da una imagen muy reducida del tema. En una sociedad en la que se plantean debates a nivel científico, ético e incluso político sobre temas como la selección de embriones en reproducción asistida o la edición genética, una idea tan vaga de los procesos en los que están involucrados los genes difícilmente permite tener una opinión razonada al respecto.

Explica Sober que descubrir qué genes contribuyen a qué rasgos hace posible, por ejemplo, el consejo genético reproductivo, un proceso que identifica el riesgo de padecer una enfermedad hereditaria y que ha reducido la frecuencia de ciertas enfermedades que se transmiten de padres a hijos. Este sería uno de los casos más comunes  hoy en día para explicar cómo los avances en genética se materializan en protocolos sanitarios.

Lo que plantea la edición genética, sobre todo a raiz del desarrollo de los sistemas CRISPR, es mucho más ambicioso : ser capaces de modificar el funcionamiento incorrecto de uno o varios genes que influyen en enfermedades. La esperanza de poder curar síndromes como la anemia falciforme o distintos tipos de ceguera introduciendo cambios en el ADN promete un nuevo paradigma en medicina.Es deseable que la sociedad conozca cuestiones que son clave para entender el funcionamiento de los genes, la herencia genética y cómo interactúan genes y entorno para producir rasgos en general y enfermedades en particular. Qué genes  importan en cada caso, en qué medida contribuyen a que exista esa enfermedad y cómo lo hacen puede ser una información que se limite a los expertos y las personas interesadas en conocer con mayor profundidad el tema. Pero si se quiere tener una opinión fundada y con base científica sobre ejemplos como los expuestos, es importante que existan, al menos, esos conocimientos básicos.

El nacimiento en China de dos gemelas cuyo ADN fue modificado mediantes CRISPR para evitarles la transmisión del virus del VIH por parte de su padre seropositivo es un ejemplo concreto de debate público sobre el futuro de la investigación genética. La comunidad científica internacional reaccionó de forma prácticamente unánime denunciando la mala praxis del científico responsable de la investigación. Rechazo casi unánime, por cierto, porque otro científico ruso ha mostrado su disposición a repetir el experimento en cuanto sea posible. Ante posicionamientos por parte de la opinión pública, digamos, extremos ¿cuál debe ser la forma de plantear un debate sereno sobre la edición genética? Sin duda, desde planteamientos que garanticen la veracidad y fiabilidad de los argumentos.

En este posible debate puede haber quien piense que el propio concepto de introducir cambios en el ADN de una persona sea antinatural. El fin no justifica los medios. En el otro extremo, sin embargo, se puede plantear que los avances científicos deben ponerse cuanto antes al servicio de las personas que sufren por motivos de salud. Finalmente, en el centro del debate deben estar los hechos que la ciencia va confirmando, y que avanzan a un ritmo, ciertamente, que puede parecer desesperantemente lento. Como explica Sober el componente genético y ambiental plantea tal gama de relaciones con el fenotipo de las personas que solo gracias a estudios moleculares muy detallados empezarán a desentrañarse. Todos esos pasos, un avez confirmados, deben ser divulgados en la sociedad para que cualquier cambio legal o innovación médica sea comprendida.