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Ciencia y valores

Valores epistémicos y no-epistémicos en la ciencia actual

La ciencia es una producción social, por eso está influenciada por el contexto histórico, social y cultural en el que se produce. Y por eso se pueden deducir valores epistémicos y no epistémicos de sus resultados. Entre los valores epistémicos, intrínsecos a la generación de conocimiento, podemos citar la simplicidad de un enunciado científico, la facilidad de uso de las herramientas para realizar los cálculos, la precisión de las observaciones, la fiabilidad de las pruebas recabadas…. Los valores no epistémicos, por su parte, pueden ser los intereses económicos creados en torno a una investigación, el contexto político, o sea, las conveniencias políticas que acompañan a la aprobación de un proyecto, las necesidad sociales o económicas que se generan en torno al ámbito de investigación, así como la propia relevancia social que alcanzan algunos logros de la ciencia son algunos ejemplos.

Un ejemplo más concreto: el Proyecto Brain. En 2013 , el entonces presidente de EEUU Barak Obama, presentó un proyecto dirigido a elabrar el mapa de toda la actividad cerebral. Un proyecto en el que se iban a invertir 100 millones de dólares con el objetivo de investigar, por ejemplo, las causas de enfermedades como el parkinson o el alzheimer.

Valores epistémicos: Los avances tecnológicos que permiten registrar e identificar la actividad de las neuronas y la creación de una red de ordenadores capaces de analizar todos los datos obtenidos hacen posible aplicar al proyecto los 5 valores definidos por Kuhn: Precisión • Coherencia • Amplitud • Simplicidad • Fecundidad

cuestiones no epistémicas: El contexto político en el que se aprueba el proyecto, en un momento en el que Obama quiere revolucionar el sistema de atención médica de EEUU. La Unión Europea presentó el mismo año el proyecto Cerebro humano, con objetivos similares. La competencia entre países es un potente acelerador de proyectos científicos. Además, podríamos añadir también en esta lista los factores económicos ( el retorno de la inversión en caso de conseguir líneas de investigación contra enfermedades muy prevalentes) y sociales (prestigio y reconocimiento mundial).

¿Hasta qué punto podría estar el debate sobre los valores influido actualmente por la presión de las pseudociencias?

Uno de los argumentos que utilizan quienes defienden las pseudociencias para criticar a quienes formulan hipótesis mediante el método científico es que su trabajo está severamente influenciado por entidades, normalmente empresas, que defienden sus intereses económicos ( o políticos, cuando hablamos de entidades- gobiernos). Los valores que achacan a la ciencia son, por tanto, mercantilistas. O se someten al capital o a la ideología dominante.

Una hipótesis mal desarrollada, por ejemplo, sin intencionalidad es un fallo, una linea de trabajo que no ha resultado. Cuando Los planteamiento pseudocientificos, tomemos como ejemplo la homeopatía, generan toda una serie de postulados, que no soportan el escrutinio del método científico, se suele argumentar que la ciencia no es capaz de explicar todo. En este sentido, modifican el sentido de los valores al prescindir, por ineficaces, de los valores epistémicos, para centrarse en cuestiones prácticas (ideología, intereses económicos, contexto cultural, etc..) Si prescindimos de los aspectos más objetivos, las motivaciones prácticas resultan mucho más fáciles de moldear para conseguir los fines deseados,

Filosofía feminista de la ciencia

Que la ciencia se plantee como la generación y validación de conocimiento desde un planteamiento de neutralidad y objetividad genera, a mi entender, la principal crítica desde el punto de vista feminista. La ciencia se ha modelado durante siglos como una actividad netamente masculina y, como construcción social que es, reproduce, además, modelos que se han vuelto universales en la sociedad. Modelos en los que hay diferencias en los valores que se asocian a hombres y mujeres, en los que se adjudican diferentes roles y en los que el acceso de la mujer al conocimiento se ve limitado por diferentes razones de forma más habitual que en el caso de los hombres.

Las desigualdades de género pueden reproducirse en el ámbito de la ciencia en diferentes niveles, desde el propio acceso a la carrera científica hasta el lugar que se ocupa en el escalafón, si hablamos de mujeres científicas. Si nos fijamos en el propio conocimiento generado podemos encontrar numerosos ejemplos que, al margen de la pretendida neutralidad, reproducen la desigualdad: ensayos clínicos con animales macho, porque son más fáciles de estudiar, o pruebas médicas con ausencia o infrarrepresentación de mujeres, libros de texto y museos con un porcentaje escasísimo de menciones a mujeres, ilustraciones sobre evolución humana en las que solo aparecen varones, y un largo etc…

En un contexto, el de Europa Occidental, en el que se hace hincapié en la necesidad de lograr la igualdad de género, que las mujeres queden relegadas a ámbitos de la ciencia y puestos concretos es una de las grandes asignaturas pendientes. La otra cuestión cómo corregir las consecuencias que esa desigualdad pueden tener en la propia producción del conocimiento, eliminando los sesgos de género que todavía perduran. En este sentido, una de las críticas más rotundas desde el feminismo es para los análisis sociopolíticos e intelectuales basados en los «hechos biológicos» que diferencias a hombres y mujeres. Los argumentos biológicos deterministas han conducido a políticas destinadas a mantener el status quo. Este tipo de argumentos, por cierto, han sido utilizados a menudo a la hora de hacer divulgación, lo que ha contribuido a darle un cariz «científico» a cuestiones que inciden en la desigualdad simplemente porque la capacidad craneal, o el tipo de hormonas, son diferentes en unos y otras.

Volviendo al argumento inicial, lo que el feminismo dice es que el conocimiento científico no se puede considerar libre de errores simplemente porque sus hipótesis se han sometido a diferentes y diversas pruebas. Si ha habido sesgos de género en algún planteamiento, ese conocimiento no es realmente tan objetivo. Introducir la ideología de género en la formación de las personas que se dedicarán a la ciencia contribuiría, a mi juicio, a conseguir un conocimiento más cerca de esa neutralidad.

Avance de la ciencia. Giro social

La naturaleza de la ciencia según Merton

¿Qué valores y normas guían la actividad que desarrollan los científicos? Robert Merton define cuatro principios que rigen, a su juicio, el trabajo de las personas dedicadas a la ciencia. A diferencia del juramento hipocrático, estos cuatro valores no se plantean como un código ético que deben interiorizar quienes inician su carrera científica. Pero cuando Merton definió la ciencia como institución social, consideró que debe estructurarse en tornos a estos principios, por ser la base sobre la que se construye nuevo conocimiento. Más que describir la naturaleza de la ciencia, la dota de normas que definen el comportamiento de un grupo social: las personas dedicadas a la ciencia. Y lo hace, además, apelando al objetivo de la acción, crear conocimiento, y a las reglas morales que marcan límites a esa actividad. Aunque no sea un conjunto de reglas a las que se preste obediencia formal, el desempeño de la profesión científica lleva a desarrollar una cultura de esa actividad que lleva implícitos estos valores.

En lo que respecta a los principios en sí, encontramos el comunismo, que define el conocimiento científicos y sus resultados como una propiedad colectiva, el universalismo, que dice que lo que importa en la ciencia es su contenido, no quien la practica, ni su entorno social, el desinterés organizado, que plantea la ciencia como una empresa imparcial, en la que no se busca el interés personal, y el escepticismo, que expone la necesidad de evaluar las ideas objetivamente, al margen de opiniones, sometidas al examen de la comunidad científica y probadas y comprobadas con éxito.

Estos principios, en mi opinión, aunque formulados hace cerca de 80 años siguen estando vigentes. La ciencia, hoy en día, se considera patrimonio de la humanidad y se es consciente de que cualquiera puede contribuir de alguna manera a su avance. El comunismo, el universalismo, pero también el escepticismo, son valores vigentes que se atribuyen al trabajo científico per se. Por ejemplo, el hecho de que las hipótesis deban ser sometidas al escrutinio de pares antes de ser aceptadas y que, aún entonces, puedan volver a ser evaluadas y refutadas ante nuevas evidencias, forma parte del funcionamiento normalizado de la ciencia, y es algo que está muy interiorizado, incluso por quienes están fuera de este ámbito.

En lo que respecta al desinterés organizado, aunque al trabajo científico se le suele asociar el noble objetivo de beneficiar a la humanidad por encima de intereses personales, la historia ha demostrado que no es así necesariamente. El trabajo científico se ha puesto al servicio de dictaduras, empresas poco éticas o intereses puramente personales por razones ideológicas, económicas o simplemente por miedo. Creo que sigue siendo un valor muy ligado al ejercicio de la ciencia, pero todo el mundo es consciente de que ciertas personas solo actúan por intereses personales o de grupo.

Estos principios, quizás, muestran una visión excesivamente positiva, puede que demasiado bienintencionada, de lo que son los objetivos y valores del trabajo científico, pero sus planteamientos no son muy diferentes de los que la sociedad atribuye normalmente a este colectivo.

Filosofía feminista de la ciencia: papel de los factores sociales en el desarrollo de la ciencia.

Sandra Harding, autora de Ciencia y feminismo argumenta que el género es una categoría en la que se asigna significado y valor a todas las cosas. Es, por lo tanto una forma de organizar las relaciones sociales humanas. Las expresiones de género, por tanto, estructuran también la actividad social que es la ciencia. Y las expresiones de género que han contribuido a modelar la ciencia se basan, a su juicio, en valores androcéntricos, que han provocado una fuerte desigualdad entre hombres y mujeres a lo largo de la historia y, en consecuencia, una visión parcial de la ciencia. Lo que viene a decir es que la pretendida objetividad de la ciencia, esconde, en realidad, una subjetividad creada por el pensamiento masculino. Y así, al ciencia aparece en la historia como un producto obra de hombres, blancos, heterosexuales y burgueses. Los cambios sociales de las últimas décadas han podido iniciar el cambio pero el pensamiento occidental sigue marcado por este planteamiento.

En relación a los estudios feministas sobre la ciencia, señala tres enfoques:

– El empirismo feminista: Plantean que la comunidad científica organiza el trabajo de investigación, valora los trabajos y reconoce los méritos de una forma que puede estar sesgada por los prejuicios, lo que impide una correcta percepción de los hechos a los que se refiere la investigación. Esto significa que los sesgos sexistas en la investigación científica han perjudicado tradicionalmente a las mujeres, por tanto se puede hacer mejor ciencia si se eliminan los prejuicios de género. Este planteamiento contempla el carácter social de la obra científica y cómo se deforma por la falta de la percepción que atañe a las mujeres. Ejemplos son la falta de investigación médica sobre la forma en la que ciertos trastornos bien estudiados para los hombres no han tenido en cuenta cómo se manifiestan en las mujeres. Para contrarrestar los prejuicios machistas es necesario un cierto punto de vista feminista, aunque plural.

– El punto de vista feminista: esta corriente de pensamiento preconiza que el punto de vista de las mujeres plantea una perspectiva diferente a la de los hombres, y que puede llegar a ser más imparcial y más capaz a la hora de captar ciertos detalles de la naturaleza. La idea que subyace es la de que los puntos de vista masculino y femenino son diferentes y que el segundo siempre ha estado oprimido por el primero. Así las cosas, se plantea que ha llegado el momento de hacer ciencia para las mujeres y no sobre las mujeres.

– El posmodernismo feminista no ve posible una ciencia objetiva sin género, ni reconoce la existencia de un punto de vista femenino universal. El propio concepto de un punto de vista propio de la mujer en este sentido les parece machista, ya que no puede representar a todas las mujeres. En este sentido, apuntan a una experiencia social que se construye en base a diferentes identidades: género, raza, cultura, clase social, etc… y esas experiencias sociales diversas son las que influyen en los debates sobre relaciones de género y poder, división sexual del trabajo o la forma en la que se construye la propia ciencia.



Y, antes este abanico de propuestas, pensadoras como Susan Haack critican que se plantee siquiera el concepto de «epistemología feminista», o lo que es lo mismo, que haya formas diferentes de razonar según se sea hombre o mujer, o que haya una visión femenina del mundo.

El debate acerca del realismo cientifico

Comenta cuál de los argumentos principales a favor del realismo (argumento del no-milagro) y en contra del realismo (meta-inducción pesimista) te convence más, y cómo se relacionan entre ellos.

Uno de los hitos científicos de esta última década es la primera detección en el CERN del bosón de Higs. Era la pieza que faltaba para demostrar la veracidad del Modelo Estándar de Física de Partículas: la partícula que explica el origen de la masa en el universo. Su existencia se predijo en los años 60 del s. XX. Medio siglos después se demostró que era cierto.

El bosón de Higgs ha resultado ser una teoría exitosa y, por tanto, una descripción verdadera . Si no fuera así, que las cosas tengan masa y que el universo sea como es no tendría explicación, sería algo milagroso. La verdad de la existencia del bosón de Higgs es la opción más probable que explica el indiscutible éxito del Modelo Estándar de Física de Partículas.

Visto desde el punto de vista de la meta-inducción pesimista, podría decirse que otras teorías del pasado también se tuvieron por verdades en su momento, que el éxito de una teoría a la hora de explicar algo no significa que sea cierta, ya que nuevos descubrimientos tiempo después pueden demostrar que era incorrecta. Pero…¿Podemos comparar el descubrimiento del bosón de higgs a la astronomía ptolemaica? ¿El éxito empírico de las teorías actuales no nos permite inferir si son verdaderas?

La cuestión es que en el pasado había una proporción de teorías científicas falsas con respecto a las teorías verdaderas que, a mi entender, no se mantiene en el presente gracias al desarrollo de la ciencia. La meta-inducción pesimista desconfía del valor que tiene el éxito de una teoría como indicio de veracidad. Sin embargo, la ciencia ha ido elaborando cada vez más teorías verdaderas. El argumento del no milagro que apoya el realismo científico me parece más apropiado para explicar la relación entre ciencia y verdad.

 Lee el pasaje de Ian Hacking y comenta el fragmento marcado en amarillo (pag 41): “A partir de ese día he sido un realista científico. Hasta donde a mi concierne, si se puede rociar algo con ellos, entonces son reales”.

Ian Hacking expresa con el relato de este experimento su acercamiento a la postura del realismo científico, que postula que el objetivo de las teorías es la verdad, o acercarse a ella de la forma más aproximada posible. Para conseguirlo, los conceptos que se mencionan en la teoría deben existir, como ocurre, en este caso, con los electrones. Un experimento, o sea, la observación de un fenómeno, determina en este caso la existencia real de los electrones. Los electrones forman parte de las herramientas utilizadas para llevar a cabo el experimento, pueden ser manipulados, por lo tanto, su realidad, su existencia, es un hecho. La entidad teórica, en este caso el electrón, se puede manipular para realizar un experimento, se puede medir y replicar, y hasta se puede rociar algo con ella. El electrón deja así de ser una entidad teórica para convertirse en algo experimental y real.

La aniquilación de los varones ibéricos o el sensacionalismo en los medios

Diario La nueva España:

Los varones ibéricos fueron aniquilados durante una invasión hace 4.500 años

Estudios de ADN antiguo confirman la llegada a la península Ibérica hace 4.500 años de descendientes de pobladores de las estepas

Linajes masculinos de la cultura Yamna, procedente del Caucaso, aparecen en 150 individuos de la Edad de Bronce


El análisis de ADN realizado en 150 individuos que vivieron en torno a principios de la Edad de Bronce, en torno a 2.500 a.C., revela las conexiones de hombres de la península ibérica con la cultura Yamna, que 1000 años antes inicio una larga peregrinación desde su lugar de origen, el Caucaso y el litoral norte del Mar Negro, hacia Europa Occidental.

El nombre de esta cultura proviene de la palabra rusa ‘yama’ que significa hoyo, ya que los primeros indicios arqueológicos que se identificaron eran simples tumbas excavadas en pozos.

El estudio, desarrollado por un equipo intencional de científicos de universidades como la Pompeu Fabra y la de Harvard, confirma estudios anteriores que muestran que la cultura Yamna contribuyó de forma importante a la herencia genética europea, ya que hoy en día perduran los linajes masculinos de hace 4.500 años, identificados gracias al análisis del cromosoma Y, que se transmite por vía paterna.

Los yamna eran un pueblo de pastores que introdujeron la rueda, el carro y el caballo doméstico en Europa. Conocían asimismo, el uso de metales para fabricar herramientas y armas. Gracias a estos adelantos tecnológicos pudieron expandirse, como se ha podido comprobar, hasta la península Ibérica. Sus descendientes, a medida que avanzaban hacia el oeste, se fueron mezclando con las poblaciones nativas. Estudios como éste, muestran la supervivencia de sus linajes en los europeos actuales.

Filosofía de la ciencia: pseudociencia

La definición de pseudociencia de Popper y Hansson

Cuando Karl Popper habla de las teorías desarrolladas por Marx, Adler y Freud, explica que las tres comparten su aparente poder explicativo. A la luz de sus premisas, se puede experimentar una “revelación intelectual” que permite obtener verificaciones de sus teorías simplemente mirando alrededor en el mundo. Así las cosas, se puede explicar prácticamente cualquier cosa en base a este tipo de teorías generales, ya que obtener verificaciones es relativamente fácil.

Para Popper una teoría es pseudocientífica cuando no cumple con el criterio de refutabilidad. Según esta tesis, millones de verificaciones no hacen que una proposición general sea cierta, sin embargo una sola prueba de que es falsa la convierte en falsa para siempre. La irrefutabilidad, añade Popper, que podría parecer una virtud en una teoría, no es en realidad sino un vicio. Ademas, cuando existen elementos de juicio confirmatorio, solo se deben tomar en cuenta si son el resultado de un intento serio, pero infructuoso, de refutar la teoría.

Por lo que respecta a Sven Ove Hanson, establece que un enunciado es pseudocientífico si cumple tres criterios:

1. Se refiere a un problema dentro del dominio de la ciencia en un sentido amplio
2. Adolece de una grave falta de fiabilidad, por lo que no resulta en absoluto ser de confianza
3. Es parte de una doctrina que sus defensores presentan como el conocimiento más confiable de su temática

Además, añade, los diferentes tipos de pseudociencias tienen en común rechazar la información que las refuta, el hecho de seleccionar a medida los datos que corroboran las propias opiniones (Falacia de prueba incompleta), su incapacidad para publicar en revistas especializadas y su propensión a usar teorías de la conspiración para explicar éste y otros fracasos. Características, estas últimas, que comparte también el negacionismo científico.

Un ejemplo de pseudociencia es la homeopatía. Parte del planteamiento de que diluciones extremas de un principio activo tienen un mayor efecto que el principio sin diluir. En una dilución homeopática CH14, harían falta varios metros cúbicos de medicamento para encontrar una sola molécula del principio activo., sin embargo la homeopatía se basa en el hecho de que el agua guarda la memoria de ese principio activo. Eso es algo que no se puede detectar con análisis químicos y que, por lo tanto, hace que esta teoría no pueda ser refutable. Las observaciones clínicas que se sacan a relucir para demostrar su funcionamiento siempre estás escogidas a medida para mantener la tesis de que son medicamentos efectivos. No han publicado resultados elaborados mediante método científico en publicaciones sometidas al escrutinio de pares y las críticas se achacan a intereses comerciales y connivencias con las empresas farmacéuticas (teoría de la conspiración).

Como ejemplo de negacionismo científico citaré el creacionismo. Ya de entrada parte de un sistema de creencias religioso que es ajeno al ámbito de la ciencia, pero es que, además, genera una falsa controversia en torno a teoría de la evolución. El hecho de citarla como “teoría” es un argumento que los creacionistas utilizan para mostrar que es una teoría más en el seno de un debate científico que también valora el creacionismo. Algo que es totalmente falso. Guarda parecido con la doctrina de la Tierra plana, que también parte de una visión religiosa, plantea una inexistente controversia científica, y alude a una conspiración internacional para mantener engañada a la ciudadanía. A diferencia de la homeopatía, que quiere ser reconocida como una rama más de la medicina, estas creencias son manifiestamente anticientíficas y solo se dirigen a ella en términos de conflicto.

Psicoanálisis y pseudociencia

Dice Karl Popper que el psicoanálisis, aunque se presenta como ciencia, tiene más elementos en común con los mitos primitivos que con el conocimiento científico. Tal y como se plantea en el anterior punto quienes lo practican ven sus tesis confirmadas una y otra vez durante su relación con sus pacientes,. Aunque como teoría contiene sugerencias sobre psicología interesantes, señala Popper que es algo difícilmente testable, de manera que se convierte en una teoría irrefutable. Y con ello pierde la calidad de una teoría científica.

En mi opinión, resulta muy fácil elaborar dictámenes sobre los síntomas que exponen los pacientes y muy difícil someter dichos dictámenes a test alguno. La comprobación experimental en psicología no es tan evidente como en las ciencias puras pero, aún así, resulta evidente que el psicoanálisis no produce proposiciones que puedan ser refutables, por que no se pueden comprobar.

Es también interesante valorar hasta qué puntos los psicoanalistas interpretan todo su trabajo en base a parámetros muy delimitados, hasta qué punto todos sus planteamiento nacen sesgados de origen. Encontrar explicaciones a posteriori a las cuestiones que se plantean durante una terapia se acerca mucho a esa premisa de la solución a medida …cuando todo está ya claro. En mi opinión, no se puede calificar al psicoanálisis como ciencia.

Twiter: diagnóstico de entorno

En 2012, dos años después de la puesta en marcha del programa La mecánica del caracol, que ya contaba desde el principio con una cuenta de Facebook, abrí una cuenta de Twiter para dar a conocer los contenidos del programa e interactuar con los oyentes. Así surge @mecanicacaracol, que se presenta así: Un programa de Radio Euskadi sobre ciencia, tecnología e historia, dirigido por Eva caballero, de lunes a viernes, de 19.000 a 20.00 y de 01.00 a 02.00.

En 2015 decidí que para interactuar con otros usuarios y compartir contenidos relacionados con temas ajenos al programa era necesario tener una cuenta personal. Y así creé la cuenta @animalmecanico. En el perfil la presentación que aparece es ésta: Periodista en Radio Euskadi. Hablo de ciencia, historia y tecnología en la mecánica del caracol.

La información que aparece en ambos perfiles es muy parecida pero queda patente que la primera es corporativa y la segunda personal. Me parece interesante mencionar las dos, ya que tienen objetivos muy parecidos, aunque con matices.

Tipos de mensajes: La cuenta del programa me sirve para enlazar los audios, citar a personas que participan, enlazar sus artículos (si los tienen), avanzar contenidos del día, agradecer la participación de invitados, responder a comentarios de oyentes, agradecer los comentarios… Además, comparto enlaces de blogs y artículos sobre ciencia, tecnología e historia que pueden interesar a mis seguidores. Aparte de los contenidos del programa, intento seleccionar temas de interés, que provengan de personas con criterio, y compartirlos con la gente que me sigue. Lo que más comparto son enlaces, míos o de otras personas o entidades, y también vídeos, imágenes e hilos. Los hilos bien trabajados son auténticas joyas de la comunicación, mejores, a veces, que muchos artículos.

También uso mucho la cuenta del programa como una fuente de noticias y de futuros invitados. Y como una vía de comunicación para contactar con ellos. Muchas personas ven antes un mensaje en twiter que un mail.

En lo que respecta a mi cuenta personal, comparto contenidos que me parecen interesantes, normalmente relacionados también con la ciencia, la historia y la tecnología, aunque también otros temas. En esta cuenta, que al fin y al cabo es personal, puedo retuitear comentarios o lanzar mensajes propios que no proceden en la cuenta del programa, principalmente, por lo que veo en el último mes, sobre pseudociencias y patrañas varias, temas relacionados con el feminismo, y últimamente noticias sobre el pin parental. En la cuenta del programa claro que puedo hablar de mujer y ciencia, de educación en valores y de los peligros de la pseudociencia…. pero en la personal pueden tener otro tono.

Y, claro está, respondo a personas, tanto colaboradores como oyentes e invitados del programa, que me mandan mensajes, y retuiteo sus mensajes. En este sentido existe una duplicidad, porque normalmente citan las dos cuentas en sus mensajes y yo le doy me gusta y retuiteo desde ambas.

Periodicidad: Procuro lanzar mensajes a diario, varios al día, en la cuenta del programa. En la cuenta personal no tengo esa rutina establecida. Contesto a mensajes, agradezco comentarios amistosos, retuiteo menciones a contenidos del programa y mensajes de terceros que me parecen interesantes, pero con una dinámica más a salto de mata.

Horario: En ambas cuentas lanzo los mensajes a lo largo del día, especialmente por la mañana, cuando comparto enlaces del programa. Por lo demmás, retuiteo contenidos de otras personas y contesto a hilos o mensajes según el tiempo que tenga a lo largo del día. Me temo que no tengo un plan de horarios establecido. De hecho, un análisis en profundidad de ambas cuentas podría señalar a qué horas voy y vengo del trabajo y si utilizo transporte público, porque es cuando tengo picos de actividad.

Idioma: normalmente en ambas cuentas uso el castellano, pero contesto en euskera a mensajes en esta línea, o cuando el tema que comparto es en este idioma.

Resultados: Normalmente siempre que enlazo audios del programa, en cualquiera de las cuentas, cito a los participantes y tengo retuits automáticos. Además hay oyentes que, de nuevo en las dos cuentas, retuitean prácticamente todo lo que pongo. No son muchos, pero son muy constantes. De vez en cuando hago búsquedas con el nombre del programa y descubro mensajes que lo citan pero sin citar la cuenta. Así puedo contestar a más oyentes y darle visibilidad al programa.

Algo que sí tengo comprobado cuando comparto enlaces de audio del programa es que los temas que más se retuitean y comparten tienen como protagonistas a personas con cuenta y muchos seguidores. No es algo extraño, realmente, pero contrasta con lo que ocurre en Facebook, donde es el tema el que marca la cantidad de interacciones. Por cierto, twuiter no genera ni un 10 por ciento del tráfico que las redes sociales traen a la web del programa. El resto lo trae Facebook. Pero Twiter tiene un gran interés como red profesional, no lo veo tanto como un medio para que la gente pinche en los enlaces sino para dar a conocer mi trabajo y estar en contacto con la minicomunidad que se crea en torno a lo que hago.

Conclusiones tras hacer este ejercicio: Tengo que plantearme una dinámica diferente para mi cuenta personal y un enfoque más constante y atractivo para la cuenta del programa. Con todo lo visto y leído en estas lecciones…comienza la reflexión.

La comunicación científica en la era digital

Las tecnologías digitales están favoreciendo un profundo cambio en los canales a través de los que se comunica la ciencia, así como en los formatos y en los propios públicos que se crean a partir de estas nuevas dinámicas. La popularización de internet ha conseguido ampliar enormemente la variedad de contenidos científicos disponibles, haciendo posible que personas con conocimientos pero sin acceso a los medios tradicionales, puedan crear su propia oferta de divulgación. La proliferación de páginas web, canales de vídeos y de podcast, así como las redes sociales, han contribuido a generar públicos que ya no dependen de los medios de comunicación para estar informados y que, a menudo, consumen temas especializados. Así, surgen iniciativas que ofrecen contenidos muy concretos, como es el caso del podcast Geocastaway, dedicado a las Ciencias de la Tierra, o el canal de Youtube del Instituto de Física Teórica, que atraen a personas con conocimientos sobre estas áreas pero también a curiosos que pueden acabar enganchados.

Internet se convierte de esta manera en un enorme kiosko virtual, a demanda y personalizado. Una red en la que puedes elegir acudir a una gran superficie, como Youtube, si buscas vídeos, Ivoox, Tunein o Itunes, si prefieres los podcast o CienciaSfera, uno de los principales agregadores de blogs sobre ciencia. En muchas de estas plataformas, cumplimentar la suscripción permite personalizar la demanda, descargar a través de aplicaciones para dispositivos móviles las novedades y recibir sugerencias en base al perfil del usuario. Para usuarios que disponen de más tiempo, o que disfrutan con la búsqueda de novedades, también existe la opción de seleccionar contenidos al detalle. Rastrear los mejores contenidos sobre un tema de interés requiere, es sí, cierta pericia y ojo crítico, ya que la red de redes se enmaraña fácilmente con historias muy poco fiables.

Los cambios que favorecen el desarrollo de internet no solo benefician al público, que cuenta con una oferta muy amplia, y a las personas interesadas por la divulgación, que ven posible generar sus propios canales de comunicación directa con el público, los medios de comunicación tradicionales también amplían su difusión. Las ediciones on line de los periódicos se liberan de la tiranía del espacio. Los textos se pueden desarrollar, completar con infografías, galerías de fotos, vídeos y audios, con enlaces de hipertexto…La capacidad de llegar al público de forma amena y atractiva se multiplica.

Para las emisoras de radio, las emisiones on line acaban con la limitación impuesta por el alcance de la señal. Se generan nuevos hábitos entre el público, que ya no necesita escuchar el programa que le gusta en directo, La radio del siglo XXI se escucha cuando, como y donde uno quiere, si lleva un móvil en el bolsillo. Los programas perduran en el tiempo. Más aún, el consumidor de programas de ciencia ya no necesita estar pendiente de las emisoras que los producen, basta con que se suscriba a los podcast y deje que el contenido fluya. En cuanto a la televisión, ocurre algo parecido con sus páginas web, que ofrecen su programación a la carta. Una programación que cada vez se separa más del concepto de cadena cuando entra a formar parte de plataformas de vídeo.

Reportaje: Envases inteligentes que protegen de la listeria

 La información facilitada por el CSIC llega menos de 3 meses después del brote de listeria originado por la venta de productos contaminados producidos por una empresa de Sevilla. La investigación en sí tiene interés informativo. La cercanía del brote de listeriosis hace que resulte todavía un tema más atractivo para los medios. El formato escogido es un reportaje interpretativo, que pone en contexto, además de la investigación, la forma en la que se transmite la bacteria y por qué resulta tan complicado erradicarlas de las cadenas de producción.

Las fuentes consultadas son José Francisco Fernández Lozano, investigador del Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC, que explica el procedimiento y resultados de la investigación, Javier Menéndez, CEO de Encapsulae S.L., que detalla la transferencia al mercado, e Ignacio López Goñi, catedrático de microbiología de la Universidad de Navarra., que explica cómo funciona Listeria monocytogenes.  


Envases inteligentes que protegen de la listeria

La startup Encapsulae y científicos del Instituto de vidrio y cerámica del CSIC desarrollan el primer aditivo para envases alimentarios que impide el crecimiento de microorganismos como Listeria monocytogenes.  Esta bacteria, una auténtica maestra del camuflaje, provocó en agosto 330 casos de listeriosis, 3 fallecimientos y 7 abortos.

Viernes, 8 de noviembre de 2019

Gran cantidad de la comida que consumimos viene envasada. Desarrollar aditivos para que los envases alarguen la vida útil de los alimentos en las mejores condiciones es el objetivo de Encapsulae, una spin-off del Consejo Superior de Investigaciones Científicas creada en 2018 para el desarrollo y comercialización de envases activos e inteligentes. Como explica Javier Menéndez, CEO de la Startup, los principios activos que utilizan buscan “preservar el alimento del deterioro mediante soluciones como la absorción del oxígeno, la reducción de las bacterias, el uso de filtros de luz solar y a liberación de antioxidantes”.  En su planta piloto de Valencia, en poco más de un año de funcionamiento, han comenzado la producción de envases que llevan encapsulado un preservante alimentario que impide el desarrollo de bacterias como Listeria monocytogenes, causante de la listerioris.

“Hemos alterado la distancia de los enlaces químicos de un preservante alimentario empleado habitualmente en productos cárnicos. El aditivo resultante, encapsulado en el envase plástico, genera una superficie de contacto que impide el crecimiento de las bacterias. El efecto se ha demostrado, entre otros microorganismos, para la Listeria monocytogenes. Así, un simple envase de plástico aumenta la seguridad alimentaria”, detalla el profesor e investigador del Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC José Francisco Fernández Lozano, uno de los fundadores, además, de Encapsulae.

En Europa cada año enferman 23 millones de personas por comer alimentos contaminados, y aproximadamente unos 4.700  fallecen como resultado de la infección por microorganismos como Salmonella spp, Campylobacter jejuni y listeria monocytogenes. El brote de listeriosis originado en España durante la crisis provocada por la carne mechada se saldó con 330 casos confirmados, 3 fallecimientos y 7 abortos.

Una bacteria ubicua

La listerioris tiene poca morbilidad, no hay que esperar una gran cantidad de casos de infección,  pero sí tiene un alto nivel de mortalidad. Además, debido a su alto nivel de distribución, L. monocytogenes tiene muchas oportunidades de contaminar alimentos. Ignacio López Goñi, catedrático de microbiología de la Universidad de Navarra, detalla la habilidad que tiene esta bacteria para sobrevivir en todo tipo de ambientes y propagarse: “Es capaz de sobrevivir en ambiente con y sin oxígeno, puede crecer a temperaturas cercanas a 0º, de manera que puede estar presente en la nevera, y resiste temperatura de hasta 65-70º, de manera que si el cocinado no es intenso también puede sobrevivir”.

Esta bacteria es, además, una “maestra del camuflaje, según López Goñi, que puede evadir los ataques de los macrófagos, las células del sistema inmunitario, y propagarse a distintos órganos a través del torrente sanguíneo. Para la mayoría de los infectados es el comienzo de una molesta infección, pero entre el 20 y el 30 por ciento de los pacientes fallecen y las mujeres embarazadas pueden sufrir abortos, como quedó patente en el brote de agosto.

“El brote de listeriosis puso de manifiesto la importancia que tiene no bajar la guardia. La seguridad alimentaria que disfrutamos es muy alta pero un solo foco de contaminación puede ocasionar un serio problema sanitario”, añade Fernández Lozano. El control bacteriano es la estrella de la investigación que desarrolla su grupo de investigación y el control específico de la listeria ha resultado ser la mejor tarjeta de presentación de sus resultados. El aditivo que han desarrollado reduce de forma drástica la población de bacterias en los alimentos. En los ensayos in vitro, 100.000 unidades formadoras de colonias se reducen a cero en solo 24 horas.

Encapsulae, a la vista de estos resultados, se ha lanzado a la producción del aditivo. “Somos capaces de suministrar aditivo suficiente para producir más de 50 millones de envases alimentarios. El aditivo está aprobado para su uso en envases plásticos de contacto con alimentos según las normativas EC 10/2011  y como aditivo activo según la  EC450/2009” explica Javier Menéndez.

Entrevista: El regreso de Trappist-1

**** Para este ejercicio partimos de la base de que se pueden realizar viajes espaciales a distancias que sabemos que hoy en día son imposibles***

En 2017 un grupo internacional de astrónomos anunció el hallazgo de un sistema planetario, situado a 40 años luz de la Tierra, formado por 7 planetas que orbitan alrededor de la estrella Trappist-1.  Tres de los planetas se encuentran en la zona potencialmente habitable, a la distancia adecuada de su estrella para mantener agua líquida en su superficie, de ahí el interés que, desde el primer momento, despertó este hallazgo en la comunidad científica. 

A lo largo de posteriores investigaciones, se fueron acumulando evidencias sobre las características del mayor de los siete mundos Trappist-1 g, un planeta rocoso, de tamaño similar al de la Tierra, con una atmósfera evolucionada, diferente a la que tenía cuando se formó. Este hecho, posible si el planeta tiene actividad geológica y atmosférica, encendió más, si cabe, la curiosidad de los científicos. 

El hecho de que Trappist-1 se encuentre a una distancia asequible, a tan solo 40 años luz, animó a las agencias espaciales de todo el mundo a trabajar de forma conjunta para mandar una misión tripulada de exploración. Así, hace 2 años, inició su camino hacia la constelación de Acuario la nave Trappist con 4 tripulantes a bordo. Los primeros siete meses de viaje no se registraron incidencias,  pero, a partir de ese momento, los mensajes que llegaban de la nave comenzaron a dar cuenta de problemas con el sistema de navegación. Exactamente 224 días después de dar comienzo la misión, se hizo el silencio. La comunicación con la Trappist se detuvo por completo. Hasta hace cuatro semanas, cuando un mensaje que ya nadie esperaba devolvió la esperanza de que los cuatro astronautas pudieran regresar a la Tierra.

La nave que se dio por perdida hace algo más de un año está de regreso a la Tierra, y ha sido posible establecer una breve comunicación con el capitán de la misión para que nos relate su experiencia. Sabemos, desde que se pudo restablecer el contacto, que la nave nunca llegó a acercarse a su destino, y que estuvo vagando por el espacio mientras la tripulación sacaba fuerzas de flaqueza para seguir buscando qué fallaba en los sistemas e intentar subsanarlo. Una vez solucionado el problema, consiguieron poner rumbo a la Tierra. Su llegada está prevista para dentro de cinco días.  

–          Es muy difícil hacerse a la idea del padecimiento que supone estar más de un año perdidos en el espacio pero sí podemos imaginar la alegría que sienten desde que la nave avanza hacia la Tierra. ¿Cómo se encuentran?

–     En su última comunicación con el centro de control explicaron que el sistema de navegación de la nave estaba fallando desde hacía días. Habían detectado fogonazos de luz en diferentes zonas de la nave. Y después… se cortó la comunicación. ¿Qué falló en los sistemas de la nave? ¿Y cómo consiguieron dar con los errores?  

–         ¿Tienen idea de cuál era su posición, o a qué distancia de la Tierra estaban cuando perdieron el control de la nave?

–          ¿Durante los meses en los que estuvieron perdidos se acercaron en algún momento a algún cuerpo espacial?

–          Los cuatro astronautas hicieron turnos durante todo ese tiempo para revisar continuamente la nave en busca de errores, pero… en el tiempo que les quedaba libre ¿Qué hacían para no perder la calma, ni la esperanza?

–          En el momento en el que fue evidente dónde estaba el fallo y vieron que la reparación funcionaba, ¿cómo reaccionaron?

–          El diario que han elaborado con todo el trabajo realizado en la nave será de mucha ayuda para los responsables de la misión. Parte de ese diario recoge sus reflexiones personales durante estos largos meses. ¿Piensan publicar esta parte?

–          Llegarán a la Tierra dentro de cuatro días ¿Qué sueñan con hacer cuando pisen el suelo?

Filosofía de la ciencia I

  1. El artículo de Antonio Diéguez considera el papel de la ciencia y las Humanidades en la Modernidad. ¿Cuál de ellas se asocia con la búsqueda del bienestar humano? ¿Por qué? ¿estás de acuerdo?

El artículo de Antonio Diéguez «Bacon, Cervantes y la modernidad», presenta a Francis Bacon como un pensador capaz de ver el valor que tendría la ciencia en el futuro «para mejorar la condición humana». Tomando como base la obra del filósofo británico, se plantea una ciencia con vocación práctica, cuyo propósito es transformar y controlar la naturaleza para obtener recursos y comodidades desconocidos hasta la fecha. La ciencia se revela de esta forma como la gran herramienta para el avance del bienestar humano.

Es curioso que Bacon, destinado a hacer carrera política, no fuera en sí un científico, ya que gran parte de lo que hoy en día es la ciencia moderna y el método científico tienen su origen en sus reflexiones.
Sus ideas en torno a la reforma del conocimiento, a la metodología inductiva que presenta en Novum Organum, su teoría sobre los «ídolos» que obstaculizan el avance de la ciencia y el progreso de los pueblos, forman parte de un pensamiento planteado en el siglo XVI que se anticipa a los cambios por venir en el propio concepto de ciencia.

Confirma su visión de la ciencia como herramienta para la mejora material del mundo, su idea de que fomentar el desarrollo científico debe ser tarea de los estados. En New Atlantis plantea que la dirección de lo que hoy consideraríamos un centro de investigación debe estar a cargo de un funcionario del estado.

Bacon no fue un hombre de ciencia pero supo ver su utilidad para conseguir avances en el bienestar de las sociedades humanas. En mi opinión puede que la ciencia no sea condición suficiente, por sí sola, para alcanzar las mayores cotas de bienestar, pero si es condición necesaria.

  1. . A raíz del texto de Laplane et al. valora los argumentos que proponen para defender la colaboración de la filosofía y la ciencia para investigar problemas en la ciencia actual, así como formas de colaboración entre filósofas-os y científicas-os. ¿Se te ocurre algún otro ejemplo además de los mencionados?

Este artículo defiende el valor que la filosofía tiene para el desarrollo de la ciencia argumentando, entra otras cosas, que ambas disciplinas comparten las herramientas de la lógica, el análisis conceptual y la argumentación rigurosa. Además, los autores proponen que los filósofos gozan de una libertad y de una capacidad de abstracción teórica que a menudo no pueden desarrollar los investigadores.

A continuación repasaremos las formas en las se puede manifestar la colaboración entre filósofas-os y científicas-os junto a ejemplos de ello.

La clarificación de conceptos científicos: Los ejemplos que pone el artículo son la definición de células madre y sus propiedades , la definición de gen, y la capacidad de formar organoides como una propiedad disposicional y, por lo tanto susceptible al cambio.

La evaluación crítica de supuestos o métodos científicos: El examen crítico de lo que es innato

La formulación de nuevos conceptos y teorías: Uno de los ejemplos que plantea el artículo en este sentido tiene que ver con la teoría inmunológica de la discontinuidad, que propone que el sistema inmunitario responde a repentinas modificaciones cuando se expone a antígenos. Otro ejemplo de esta colaboración entre filosofía y ciencia es la teoría de la modularidad de la mente, propuesta por el filósofo Jerry Fodor, dice que la cognición humana está estructurada en un conjunto de niveles inferiores, una especie de módulos especializados, y un nivel central superior que domina a todos que recibe la información que fluye de abajo hacia arriba.

Y, por último, la colaboración entre filosofía y ciencia favorece el diálogo entre diferentes ciencias, así como entre ciencia y sociedad.

Para favorecer esta colaboración, superando el desconocimiento y la desconfianza que puede complicar la relación entre ambos colectivos, los autores proponen dar mayor presencia a la filosofía en congresos científicos, abrir los laboratorios y departamento científicos a filósofas-os para favorecer el mutuo conocimiento, establecer supervisiones conjuntas a los alumnos de doctorado, crear planes de estudio equilibrados entre ambas disciplinas, fomentar las lecturas de filosofía entre los científicas-os y abrir nuevas secciones dedicadas a la filosofía en las revistas científicas. Fomentar, en suma, una integración entre ambas disciplinas.

En mi opinión, se puede añadir un tipo de iniciativa más a este esfuerzo por el mutuo conocimiento y la colaboración: el diseño de actividades de divulgación conjuntas. Es cada vez más habitual que los temas científicos que se exponen en actos dirigidos al gran público aborden cuestiones en las que la filosofía tiene mucho que aportar. Todo lo que tiene que ver con los avances en genética, por ejemplo: edición de genes humanos, privacidad de los datos genéticos, el conocimiento previo de enfermedades relacionadas con los genes, etc… Incluir la visión de la filosofía en una charla o mesa redonda sobre avances en biomedicina, o sobre tecnología, con todas las implicaciones que tiene, por ejemplo, la inteligencia artificial, enriquece enormemente el resultado.