La información facilitada por el CSIC llega menos de 3 meses después del brote de listeria originado por la venta de productos contaminados producidos por una empresa de Sevilla. La investigación en sí tiene interés informativo. La cercanía del brote de listeriosis hace que resulte todavía un tema más atractivo para los medios. El formato escogido es un reportaje interpretativo, que pone en contexto, además de la investigación, la forma en la que se transmite la bacteria y por qué resulta tan complicado erradicarlas de las cadenas de producción.
Las fuentes consultadas son José Francisco Fernández Lozano, investigador del Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC, que explica el procedimiento y resultados de la investigación, Javier Menéndez, CEO de Encapsulae S.L., que detalla la transferencia al mercado, e Ignacio López Goñi, catedrático de microbiología de la Universidad de Navarra., que explica cómo funciona Listeria monocytogenes.
Envases inteligentes que protegen de la listeria
La startup Encapsulae y científicos del Instituto de vidrio y cerámica del CSIC desarrollan el primer aditivo para envases alimentarios que impide el crecimiento de microorganismos como Listeria monocytogenes. Esta bacteria, una auténtica maestra del camuflaje, provocó en agosto 330 casos de listeriosis, 3 fallecimientos y 7 abortos.
Viernes, 8 de noviembre de 2019
Gran cantidad de la comida que consumimos viene envasada. Desarrollar aditivos para que los envases alarguen la vida útil de los alimentos en las mejores condiciones es el objetivo de Encapsulae, una spin-off del Consejo Superior de Investigaciones Científicas creada en 2018 para el desarrollo y comercialización de envases activos e inteligentes. Como explica Javier Menéndez, CEO de la Startup, los principios activos que utilizan buscan “preservar el alimento del deterioro mediante soluciones como la absorción del oxígeno, la reducción de las bacterias, el uso de filtros de luz solar y a liberación de antioxidantes”. En su planta piloto de Valencia, en poco más de un año de funcionamiento, han comenzado la producción de envases que llevan encapsulado un preservante alimentario que impide el desarrollo de bacterias como Listeria monocytogenes, causante de la listerioris.
“Hemos alterado la distancia de los enlaces químicos de un preservante alimentario empleado habitualmente en productos cárnicos. El aditivo resultante, encapsulado en el envase plástico, genera una superficie de contacto que impide el crecimiento de las bacterias. El efecto se ha demostrado, entre otros microorganismos, para la Listeria monocytogenes. Así, un simple envase de plástico aumenta la seguridad alimentaria”, detalla el profesor e investigador del Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC José Francisco Fernández Lozano, uno de los fundadores, además, de Encapsulae.
En Europa cada año enferman 23 millones de personas por comer alimentos contaminados, y aproximadamente unos 4.700 fallecen como resultado de la infección por microorganismos como Salmonella spp, Campylobacter jejuni y listeria monocytogenes. El brote de listeriosis originado en España durante la crisis provocada por la carne mechada se saldó con 330 casos confirmados, 3 fallecimientos y 7 abortos.
Una bacteria ubicua
La listerioris tiene poca morbilidad, no hay que esperar una gran cantidad de casos de infección, pero sí tiene un alto nivel de mortalidad. Además, debido a su alto nivel de distribución, L. monocytogenes tiene muchas oportunidades de contaminar alimentos. Ignacio López Goñi, catedrático de microbiología de la Universidad de Navarra, detalla la habilidad que tiene esta bacteria para sobrevivir en todo tipo de ambientes y propagarse: “Es capaz de sobrevivir en ambiente con y sin oxígeno, puede crecer a temperaturas cercanas a 0º, de manera que puede estar presente en la nevera, y resiste temperatura de hasta 65-70º, de manera que si el cocinado no es intenso también puede sobrevivir”.
Esta bacteria es, además, una “maestra del camuflaje, según López Goñi, que puede evadir los ataques de los macrófagos, las células del sistema inmunitario, y propagarse a distintos órganos a través del torrente sanguíneo. Para la mayoría de los infectados es el comienzo de una molesta infección, pero entre el 20 y el 30 por ciento de los pacientes fallecen y las mujeres embarazadas pueden sufrir abortos, como quedó patente en el brote de agosto.
“El brote de listeriosis puso de manifiesto la importancia que tiene no bajar la guardia. La seguridad alimentaria que disfrutamos es muy alta pero un solo foco de contaminación puede ocasionar un serio problema sanitario”, añade Fernández Lozano. El control bacteriano es la estrella de la investigación que desarrolla su grupo de investigación y el control específico de la listeria ha resultado ser la mejor tarjeta de presentación de sus resultados. El aditivo que han desarrollado reduce de forma drástica la población de bacterias en los alimentos. En los ensayos in vitro, 100.000 unidades formadoras de colonias se reducen a cero en solo 24 horas.
Encapsulae, a la vista de estos resultados, se ha lanzado a la producción del aditivo. “Somos capaces de suministrar aditivo suficiente para producir más de 50 millones de envases alimentarios. El aditivo está aprobado para su uso en envases plásticos de contacto con alimentos según las normativas EC 10/2011 y como aditivo activo según la EC450/2009” explica Javier Menéndez.
Reportaje: Envases inteligentes que protegen de la listeria
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