Entrevista: El regreso de Trappist-1

**** Para este ejercicio partimos de la base de que se pueden realizar viajes espaciales a distancias que sabemos que hoy en día son imposibles***

En 2017 un grupo internacional de astrónomos anunció el hallazgo de un sistema planetario, situado a 40 años luz de la Tierra, formado por 7 planetas que orbitan alrededor de la estrella Trappist-1.  Tres de los planetas se encuentran en la zona potencialmente habitable, a la distancia adecuada de su estrella para mantener agua líquida en su superficie, de ahí el interés que, desde el primer momento, despertó este hallazgo en la comunidad científica. 

A lo largo de posteriores investigaciones, se fueron acumulando evidencias sobre las características del mayor de los siete mundos Trappist-1 g, un planeta rocoso, de tamaño similar al de la Tierra, con una atmósfera evolucionada, diferente a la que tenía cuando se formó. Este hecho, posible si el planeta tiene actividad geológica y atmosférica, encendió más, si cabe, la curiosidad de los científicos. 

El hecho de que Trappist-1 se encuentre a una distancia asequible, a tan solo 40 años luz, animó a las agencias espaciales de todo el mundo a trabajar de forma conjunta para mandar una misión tripulada de exploración. Así, hace 2 años, inició su camino hacia la constelación de Acuario la nave Trappist con 4 tripulantes a bordo. Los primeros siete meses de viaje no se registraron incidencias,  pero, a partir de ese momento, los mensajes que llegaban de la nave comenzaron a dar cuenta de problemas con el sistema de navegación. Exactamente 224 días después de dar comienzo la misión, se hizo el silencio. La comunicación con la Trappist se detuvo por completo. Hasta hace cuatro semanas, cuando un mensaje que ya nadie esperaba devolvió la esperanza de que los cuatro astronautas pudieran regresar a la Tierra.

La nave que se dio por perdida hace algo más de un año está de regreso a la Tierra, y ha sido posible establecer una breve comunicación con el capitán de la misión para que nos relate su experiencia. Sabemos, desde que se pudo restablecer el contacto, que la nave nunca llegó a acercarse a su destino, y que estuvo vagando por el espacio mientras la tripulación sacaba fuerzas de flaqueza para seguir buscando qué fallaba en los sistemas e intentar subsanarlo. Una vez solucionado el problema, consiguieron poner rumbo a la Tierra. Su llegada está prevista para dentro de cinco días.  

–          Es muy difícil hacerse a la idea del padecimiento que supone estar más de un año perdidos en el espacio pero sí podemos imaginar la alegría que sienten desde que la nave avanza hacia la Tierra. ¿Cómo se encuentran?

–     En su última comunicación con el centro de control explicaron que el sistema de navegación de la nave estaba fallando desde hacía días. Habían detectado fogonazos de luz en diferentes zonas de la nave. Y después… se cortó la comunicación. ¿Qué falló en los sistemas de la nave? ¿Y cómo consiguieron dar con los errores?  

–         ¿Tienen idea de cuál era su posición, o a qué distancia de la Tierra estaban cuando perdieron el control de la nave?

–          ¿Durante los meses en los que estuvieron perdidos se acercaron en algún momento a algún cuerpo espacial?

–          Los cuatro astronautas hicieron turnos durante todo ese tiempo para revisar continuamente la nave en busca de errores, pero… en el tiempo que les quedaba libre ¿Qué hacían para no perder la calma, ni la esperanza?

–          En el momento en el que fue evidente dónde estaba el fallo y vieron que la reparación funcionaba, ¿cómo reaccionaron?

–          El diario que han elaborado con todo el trabajo realizado en la nave será de mucha ayuda para los responsables de la misión. Parte de ese diario recoge sus reflexiones personales durante estos largos meses. ¿Piensan publicar esta parte?

–          Llegarán a la Tierra dentro de cuatro días ¿Qué sueñan con hacer cuando pisen el suelo?

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