Artículo sobre modificación genética en China

Para escribir este artículo comenzaría buscando la información clave sobre el anuncio realizado en Youtube:

¿Quién es el científico que ha hecho el anuncio? Buscaría referencias en la universidad o centro de investigación al que dice pertenecer y de otros artículos científicos que haya podido firmar anteriormente para establecer su currículum y su área de investigación. Sería perfecto encontrar a alguien de su ámbito que conozca su trabajo, pero con un científico chino es bastante complicado. Consultar artículos anteriores puede llevar a descubrir con quiénes ha trabajado anteriormente pero, teniendo en cuenta la rapidez con la que se trabaja en las redacciones, esta labor se puede dejar para más adelante.

¿En qué consiste la modificación genética que dice haber realizado? Se pueden buscar referencias de investigaciones sobre el asunto descrito en buscadores como la U.S National Library of Medicine o la biblioteca Cochrane para ver si hay antecedentes parecidos, pero puede que no haya gran cosa si el procedimiento no se ha realizado nunca. Recurrir a una fuente experta en el tema resulta más práctico, ya que consigue tres objetivos: saber si se ha comunicado a la comunidad científica un experimento parecido en el pasado, entender el procedimiento descrito en el vídeo e incluir una opinión experta en la información. Para encontrar alguien adecuado podemos recurrir a fuentes propias habituales o realizar una búsqueda de expertos que puedan ayudarnos a analizar el tema. Un ejemplo sería Lluís Montoliu, genetista y biotecnólogo que, además de sus logros como investigador, ha publicado recientemente un libro sobre edición genética y es muy activo en redes sociales comentando la actualidad en este ámbito. No solo es una autoridad en el tema sino que le gusta divulgar su trabajo, así que nos va a facilitar la tarea.

Con el análisis de un experto intentamos avanzamos en cuestiones fundamentales, explicando qué parece que se ha hecho y cómo se piensa que lo han hecho posible. Esta falta de definición es inevitable, a falta de un comunicado más detallado por parte del responsable de la investigación o de un artículo científico. El gran reto de este trabajo, de hecho, es cómo plantear una noticia científica cuando solo tenemos como referencia un vídeo en Youtube, sin que haya ninguna comunicación oficial de institución alguna, ni mucho menos de las autoridades chinas. Esta falta de definición, de garantías de que realmente este experimento se ha llevado a cabo y en las condiciones anunciadas, va a marcar esta información. Habrá que redactarla con algún que otro «al parecer» y «según expresó el cientifico en su anuncio en Youtube». Como fuente primaria la verdad es que no es gran cosa.

En cuanto a los objetivos del experimento, a priori, parecen fáciles de señalar: evitar la transmisión del VIH al feto. La cuestión es que un anuncio por una vía tan poco ortodoxa, sin artículos científico, sin revisión por pares, y en un país donde existe un cierto déficit en cuestiones de bioética, plantea dudas sobre los objetivos reales. China está apostando fuerte por situarse en los primeros puestos mundiales en biomedicina y biotecnología y sus investigadores no están sujetos a una regulación tan estricta sobre este tipo de experimentos. De nuevo, el recurso a un experto que explique por qué este tipo de experimentos en Europa o USA serían impensables aporta valor a la información.

Desde el primer anuncio de una noticia de este tipo se plantea la necesidad de estar pendiente del maremagnum de declaraciones y reacciones que va a suscitar. En este sentido, aportar alguna voz más de personas expertas en este ámbito contribuirá a hacer la información más atractiva. A falta de concreción en la fuente primaria, que es el investigador chino, las declaraciones de expertos van a ser la mejor baza para elaborar la noticia.

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