El hecho de no contar con una definición clara y consensuada de la cultura científica lleva a plantear diferentes enfoques de este concepto basados, por ejemplo, en cuestiones como la visión que se tiene de la propia ciencia, como algo neutral e independiente de la esfera social o por el contrario inmerso en ella. También se plantea lo lineal que es el proceso de difusión del conocimiento, si su adquisición se plantea como un atributo individual o colectivo y si se tiene en cuenta la participación del público en el proceso.
La cultura científica, asociada al concepto de alfabetización científica es un enfoque más tradicional, en el que se pone el énfasis en la educacion, en lo que las personas saben sobre ciencia (comprensión de conceptos, postulados, métodos, etc…). Implica un proceso de traslación del conocimiento de forma unidireccional: de los expertos al público. En este enfoque va implícito el hecho de pensar que la ciencia y la tecnología son positivas para todo el mundo y en cualquier circunstancia. Postula una ciencia verificable, obejtiva y neutral. Esta perspectiva implica que la ciencia se desarrolla aparte de la sociedad, a la que luego se traslada toda su producción de conocimiento. La alfabetización científica se plantea como la difusión masiva, a través de todos los medios posibles, del contenido científico, Un proceso claramente lineal en el que la cultura científica se convierte en un atributo individual.
En el texto de la doctora Lázaro se expone el desajuste que se observa entre la manera de pensar y razonar de los expertos y la que tiene el público sin formación científica. Este desajuste aparece, para algunos autores, reflejado en los estudios que valoran el nivel de alfabetización científica de la sociedad y que resaltan las diferencias de conocimiento y pensamiento como ignorancia por parte de una parte del público,
La definición que hacen Thomas y Durant, ciencia es aquello que hacen los científicos, también se mueve en este enfoque unidireccional, en el que la sociedad recibe conocimientos gracias al contacto con los expertos, encargados de producir y de difundir la ciencia.
La perspectiva Ciencia Tecnología Sociedad , por su parte, manifiesta una relación más estrecha entre quienes producen el conocimiento científico y la sociedad, y la cultura científica se convierte en un atributo colectivo. Este enfoque, además, sitúa la ciencia en su contexto social, como elemento que genera creencias y modela conciencias y por lo tanto sujeto a valores que van más allá de la búsqueda de la verdad objetiva. La forma que plantea de difundir el conocimiento resulta más inclusiva, más práctica, siendo, además, partidaria de involucrar al público en debates sobre ciencia y tecnología.
La Cómunicación Pública de la Ciencia sitúa la generación de conocimiento en este proceso bidireccional, en el que lo que se sabe es tan importante como el establecimiento de una confianza mutua entre especialistas y público.
En su versión más amplia, la cultura científica implica a toda la sociedad, incluida la comunidad cientifica. Así, el trabajo de transmisión del conocimiento sobre CyT recae sobre científicos, educadores, periodistas y comunicadores, divulgadores científicos, gestores… multitud de agentes que deben verse reflejados en el enfoque de Ciencia, Tecnología, Sociedad y que deben superar el modelo lineal de transmisión del conocimiento.
El modelo de participación que se puede plantear conlleva explorar cómo ven los ciudadanos participar en el diseño y evaluación de las políticas sobre CyT y en el control de su impacto social. En esta línea de abrirse a la sociedad, la idea que transmiten Funtowicz y Ravetz, relacionado con el concepto de apropiación social de la ciencia, es que la complejidad y la incertidumbre pesan en el proceso científico, de ahí que prioricen que la ciencia sea producto de un proceso de calidad. Para garantizar esa calidad abren las puertas a la participación al conjunto de la sociedad, incuso al público sin conocimientos especializados, con el objetivo de que la comunidad que evalúa el conocimiento sea lo más amplia posible.
Los diferentes puntos de vista que hay en torno a la cultura científica han complicado la definición de indicadores que permitan medir el grado de conocimientos y de relación con la ciencia que tiene una sociedad. La solución, para algunos de los autores citados por la doctora Lázaro, es ser capaces de medir conocimientos y la apropiación que hace una sociedad de la CyT, de esta manera se va más allá de la dimensión cognitiva y se llega a la dimensión social.
