Neil DeGrasse: «Hay que entrenar a la gente para que piense»

El astrofísico y divulgador científico Neil DeGrasse Tyson se ha convertido en una celebridad porque suma a sus amplios conocimientos las dotes de un auténtico comunicador. Aborda con rigor temas muy diversos, fomenta debates inteligentes sobre cuestiones que pueden ser controvertidas, se expresa en un lenguaje asequible y utiliza el recurso del humor con maestría. Sus comentarios sobre películas o series, como el ejemplo que se muestra en este vídeo, causan furor en las redes sociales, otro formato que domina a la perfección.

En su reflexión sobre la educación y la divulgación de la ciencia destaca la importancia que tiene fomentar la creatividad y la curiosidad desde la infancia. La educación, explica, debe ser algo más que «volcar información en el cerebro de las personas». Frente a la imagen del niño al que mandan sentarse o callar cuando apenas ha empezado a sentirse autónomo en sus descubrimientos, Neil DeGrasse apuesta por entrenar a la gente para que piense. Al fin y al cabo, como dijo la astrofisica Janna Levin, «todos los niños son científicos, y todos los niños son artistas. Todos leen. ¿Cómo es que nos apartamos de cosas tan importantes?».

DeGrasse manifiesta abiertamente, y lo ha hecho en numerosas ocasiones, sus críticas al sistema educativo actual. ¿Cómo se puede inculcar pasión por la ciencia a los estudiantes, se pregunta, si los encargados de hacerla no tienen los conocimientos necesarios?. Y si no se tiene una mente entrenada para analizar la información que se recibe, se pueden tomar malas decisiones. Es ésta una reflexión sobre la necesidad de ampliar la cultura científica fomentando, de paso, el espíritu crítico.

No podría estar más de acuerdo, además, con la idea que plantea sobre el camino que debe seguir la información. En un mundo hiperconectado, que produce cantidades ingentes de datos, saber analizar la información que se recibe, procesarla para obtener un conocimiento y poder convertir luego ese conocimiento en sabiduría es una capacidad enormemente útil. Y sería deseable que se empezase a trabajar ya desde la edad escolar.

La educación no formal, en todo caso, ofrece respuestas a este reto de fomentar la curiosidad, el conocimiento cientifico y la creatividad. Las redes sociales en las que tan bien se desenvuelve Neil DeGrasse y los espacios virtuales de colaboración que hay en internet, plantean escenarios de intercambio de información, de debate y, como explica Jimmy Wales en este vídeo opciones para seguir formándose. Desde la información que procuran los cursos gratuitos de internet hasta los contenidos que se comparten en las redes sociales, todo conocimiento suma. La clave, de nuevo, es ser capaz de discernir qué información es válida y confiable. Y para ello, es vital contar con las herramientas que proporciona la cultura científica.

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